Antes de que Mini adopte completamente la electrificación en toda su gama, esta variante convertible del nuevo Cooper será el último lanzamiento de la marca que vea un motor a combustión.
A primera vista, aunque el diseño exterior conserva los elementos distintivos de la marca, ahora incorpora ajustes que lo alinean con las demandas actuales, tanto tecnológicas como estéticas.
Y sí, aunque técnica y estéticamente se trata de la versión convertible de la cuarta generación de Mini, las variantes a gasolina son realmente un profundo rediseño dela tercera generación, desarrollada y fabricado en China, pero con un gran trabajo para ponerlo al día, al igual que sus pares eléctricos inglés.
La configuración compacta, los voladizos cortos y los faros redondos permanecen, pero ahora se suman detalles como una parrilla rediseñada con contornos octagonales y nuevos patrones de iluminación LED.
El techo, completamente automático, permite una apertura parcial tipo quemacocos de hasta 40 centímetros o completamente guardado en 18 segundos, incluso a velocidad es de hasta 30 km/h.
Además, un deflector de viento detrás de los asientos delanteros reduce las turbulencias, mejorando la experiencia de manejo con el techo abierto. En el interior adopta el lenguaje de diseño “Charismatic Simplicity”,donde los materiales sostenibles y las superficies textiles predominan.
Mini ha eliminado el uso de piel, reemplazándolo por materiales reciclados como Vescin. Este cambio no solo responde a una tendencia ecológica, sino que también refuerza un enfoque práctico.
Una pantalla OLED central de 9.5 pulgadas domina el tablero, actuando como punto de control para las funciones de navegación, entretenimiento y ajustes del vehículo. Este elemento se integra con el sistema MINI Connected y permite personalizar la experiencia con diferentes modos de conducción, como el “Go-Kart Mode”,que prioriza la información dinámica y los gráficos enfocados en el desempeño.
Las dimensiones logran mantener el auto dentro de los hatchback subcompactos, lo que le otorga agilidad en entornos urbanos y maniobrabilidad en curvas cerradas. En cuanto al espacio de carga, la cajuela ofrece 160 litros con el techo abierto y hasta 215 litros cuandoestá cerrada. Aunque limitado, se pueden bajar los asientos para aumentar la capacidad.
El nuevo Mini Cooper Convertible 2025 está disponible en tres configuraciones mecánicas. La versión Cooper equipa un motor turbo de 2.0 litros con 161 caballos de fuerza. La versión Cooper S incrementa la potencia a 201 hp. Finalmente, el John Cooper Works entrega 228 hp y 280 lb-piede par.
Todas las versiones incluyen una transmisión automática de doble embrague (DCT) de siete velocidades, reemplazando la transmisión manual debido a restricciones regulatorias. El volante, el convertible conserva el ADN que ha caracterizado a Mini durante décadas.
La suspensión y el chasís han sido optimizados para garantizar estabilidad en curvas y precisión en maniobras rápidas. En ciudad, el modelo demuestra agilidad, mientras que en carretera abierta mantiene un comportamiento sólido y divertido, incluso con el techo totalmente abierto.
Los modos de conducción ajustables permiten adaptar la respuesta del motor y la dirección según las condiciones, reforzando su versatilidad. En términos de seguridad, el modelo integra sistemas avanzados como el Driving Assistant Plus, que incluye asistencia de mantenimiento de carril y control adaptativo de velocidad, entro otros.
Además, cuenta con una protección antivuelco que se activa automáticamente en situaciones de riesgo, subrayando el enfoque en la seguridad sin comprometer el diseño. El Mini Cooper Convertible 2025 no pretende ser un vehículo revolucionario, sino una evolución consciente dentro de las limitaciones actuales. Su diseño mantiene una línea reconocible, mientras que las mejoras en materiales, tecnología y dinámica de manejo aseguran su relevancia en un segmento cada vez más competitivo.
Más allá de ser un cierre para la era de combustión de Mini, este modelo funciona como un puente hacia un futuro electrificado, ofreciendo una despedida digna para una tradición que marcó la identidad de la marca.
