BAC MONO, EL FÓRMULA 1 PARA PRESUMIR EN MASARYK

Todos hemos soñado con subir a un monoplaza y ocupar el puesto de los más grandes pilotos, esos que queríamos emular cuando éramos niños. Hoy es posible.

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Imagina un auto capaz de superar a cualquier superdeportivo, más sexy que Gigi Hadid o James Dean y tan bien terminado como un Audi, pero sólo para ti. Sí, ni siquiera podrás ir a cenar con tu pareja, pero en su lugar podrás dejar boquiabierto a quien te vea pasar, a 20 km/h en Polanco o a 250 km/h en el Autódromo Hermanos Rodríguez.

Se llama BAC (Briggs Automotive Company) Mono (Solito) y lo fabrican en Inglaterra a un ritmo de no más de 20 autos al año, por lo que serás la envidia de cualquiera que te vea pasar, no sólo porque verlo será extraño, sino porque se puede personalizar a niveles absurdos, incluidos colores, nombres, números, interiores, materiales, hasta tus propias dimensiones en el asiento.

“Se pronuncia Bi Ei Si, y si alguien le dice BAC, me tendrá que invitar un Gin Tonic”

Ian Briggs, Design Director, Briggs Automotive Company

Pero lo que hace único al BAC Mono, es que sólo tiene un asiento, el del conductor. Se moldea a medida del cliente y los pedales se ajustan a su altura, por lo que una vez en posición no será necesario volver a cambiarlos. Los materiales son espectaculares y con acabados de primera, con fibra de carbono y gamuza (suede) sintética por doquier. La experiencia no tiene nada similar en el mundo… NADA.

Sin embargo, lo mejor del BAC Mono no está por fuera sino en los fierros. Montado sobre un bastidor tubular de acero y con una carrocería completamente de fibra de carbono, suspensiones pushrod (sí, como de Fórmula), un motor atmosférico de competición de apenas cuatro cilindros y 2.5 litros capaz de generar 305 hp a nivel del mar y una caja secuencial de carreras de seis velocidades, montados justo por detrás del asiento del piloto. ¡Una locura!

Una vez pasas el examen de admisión con módulos teóricos y prácticos para hacer algo tan simple como encenderlo y poner reversa, presionas algunos botones del volante desmontable y es momento de usar el embrague por primera y única vez. Arrancas y desde que pasas a segunda velocidad no es necesario volver a usar el clutch, haciendo los cambios desde las manetas en el volante. Acostumbrarse es muy rápido, y al instante quieres derretir el acelerador para llevarlo al límite, pero ojo, no hay asistencias eléctricas ni frenos ABS, son las leyes de la física llevadas al extremo y controladas sólo por una excelente puesta a punto y por la manos ágiles de quien esté al volante.

Con apenas 580 kg, aceleramos a fondo y en 2.8 segundos ya vamos a 100 km/h. Si seguimos acelerando alcanzaremos 263 km/h como máxima. No se necesita nada más para alcanzar la verdadera felicidad en la vida.

Acelera como demonio, frena en apenas unos metros si no bloqueamos los neumáticos semi slick, da vuelta como si fuera un Excalextric y la visibilidad y las sensaciones son las de un auto de fórmula, incluidas vibraciones de alta frecuencia en el asiento en el rango medio del tacómetro, que una mujer como la Macorina podría llegar a apreciar, toda una experiencia racing.

Si lo que lees te emociona, deseamos que tengas una buena cuenta bancaria para lujitos o hayas comprado Bitcoins en 2010, pues para hacerte de un BAC Mono en México, tendrás que desembolsar cerca de 7 millones de pesos, o 38.34 Bitcoins al tipo de cambio de hoy.

Carlos Sandoval
Carlos Sandovalhttps://hablamosautos.com
15 años manejando y evaluando autos, 5 años como juez de los World Car Awards. Entusiasta de la tecnología y el diseño.

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