Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y Peugeot S.A (Groupe PSA), responsables de las marcas Abarth, Lancia, Maserati, Alfa Romeo, Chrysler, Jeep, Ram, Mopar y Dodge, así como Peugeot, Citroën, DS, Opel y Vauxhall, respectivamente, son ahora un sólo conglomerado que promete no sólo fortalecerse en los mercado que ya se encuentran, sino conquistar aún más territorio en la industria.
En conjunto poseen un abanico diversificado de productos que van desde SUVs, pick-ups, vehículos comerciales, autos de lujo y convencionales.
Esta unión tiene como propósito atacar dos de los principales mercados automotrices. FCA predomina en el continente americano, mientras que PSA lo hace en el mercado europeo. Se estima que el 46% de los ingresos provenga de Europa y el 43% de Norteamérica.
Además del buen posicionamiento en estas dos regiones relevantes, uno de los objetivos trazados por este conglomerado es juntar tanto experiencia como recursos para incursionar en tecnologías enfocadas a la era de la movilidad sustentable, como lo es el desarrollo de vehículos autónomos.
Las reglas del juego
La nueva administración y dirección de este gigante se conducirá bajo un consejo conformado por 11 integrantes, quienes serán elegidos respectivamente por cada grupo bajo el esquema 50/50. El director ejecutivo para los primeros cinco años será Carlos Tavares (PSA), quien además estará presente en el Consejo de Administración, mientras que John Elkann (FCA) ejercerá como Presidente del grupo.
La nueva compañía tendrá sus oficinas principales en los Países Bajos (Holanda), y cotizará en las principales bolsas de valores de Francia, Italia y Estados Unidos.
Con la fusión, este nuevo monstruo se posiciona en el sector automotriz como el cuarto productor más grande de autos, fabricando 8.7 millones de unidades anualmente, y como el tercer grupo con mayores ganancias en el mundo, generando 170,000 millones de euros por año.