Acostumbrados a correr en la Ciudad de México, nos llamó la atención participar en la Carrera Cinépolis, en Morelia. Podría sonar descabellado viajar más de 300 kilómetros un día antes sólo para correr 10 k, pero había un gran motivo que nos inspiraba a hacerlo.
El año pasado tuvimos la oportunidad de fungir como guía de Luis, un corredor ciego, quien necesitaba la ayuda de un aliado que le acompañara durante la ruta del maratón, y que de no tenerlo no podría correr. A veces no basta con tener un par de piernas fuertes para correr y hacer lo que más amas, sino tener la ayuda de otros ojos que te acompañen en el camino, ahí entendí la importancia de poder ver.
KIA, DE LA VISTA NACE EL AMOR
Cuando supimos que la Carrera Cinépolis apoyaba al programa “del amor nace la vista”, un proyecto social que desde hace 13 años busca mejorar la salud visual de personas de escasos recursos que padecen ceguera por catarata (la causa más común a nivel mundial de la pérdida visual); sabíamos que teníamos que estar ahí.
Hicimos una pequeña maleta, tomamos los tenis, nos subimos a una Sorento y tomamos camino. Había que meter el acelerador para poder alcanzar la inscripción, pero llegamos a tiempo y cómodos en semejante vehículo.
Y no sólo eso, tuvimos la oportunidad de apoyar en el hospital donde se realizaron las operaciones de la vista, removiendo parches a las personas que fueron operadas. Todas ellas personas de escasos recursos pero que gracias a los fondos de la Fundación Cinépolis, la Carrera Cinépolis y donaciones de marcas como KIA, pueden realizarse. Los rostros alegres que provoca abrir los ojos otra vez y ver bien, sin duda hicieron que el viaje repentino valiera la pena.
CARRERA CINÉPOLIS
Para el día de la carrera la motivación seguía, cerca de cuatro mil corredores, incluidos decenas de participantes en silla de ruedas, nos alistábamos en la Av. Francisco I. Madero, para comenzar la carrera de 5 ó 10K, la cual arrancaría a un costado de la Plaza de Armas, en punto de la 8:00 de la mañana.
Aquel día todo se vivió en un ambiente familiar y participaron cientos de niños. En Morelia es una de las carreras más esperadas del año y nadie quiere quedarse fuera. Pero también es una carrera para meter el acelerador a fondo, el circuito lo permite.
Luego de cruzar la meta y ver a niños recogiendo su medalla, así como a esos guerreros en silla de ruedas nos quedaron las mejores sensaciones, sobretodo porque gracias a esta carrera y el programa “del amor nace la vista” de Fundación Cinépolis, se ha logrado que más de 41 mil mexicanos de escasos recursos hayan recuperado la vista, lo cual nos deja un grato sabor de boca por haber participado, y con ganas de regresar en el 2019.
Más información en: http://www.fundacioncinepolis.org/