6 mil km desde Ciudad de México al CES

Recorrimos más de 6 mil km desde Ciudad de México hasta las Vegas para asistir al Consumer Electronics Show, y todo en un híbrido de BMW

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Desde hace cuatro años, el CES (Consumer Electronics Show) la feria de tecnología de consumo más importante en América ha cobrado tanta importancia que poco a poco las marcas automotrices han preferido este escenario de innovación para la presentación y lanzamiento de sus productos más tecnológicos.

Justo por eso, teníamos que estar en Las Vegas los primeros días del año. Pero si íbamos a ir a este evento lleno de visión futurista, no podíamos ir con cualquier auto, al menos no uno tradicional a gasolina, teniendo en cuenta que íbamos a conducir más de tres mil km para ver las novedades de las marcas en cuestión de electrificación y movilidad con menos entrega de emisiones contaminantes al mundo. Hubiera sido un poco irónico. Aunque al comienzo pensamos en un auto 100% eléctrico, la infraestructura en México hasta ahora esta creciendo y teníamos el reto de llegar en tres días desde CDMX a Las Vegas, así que, el BMW X5 xDrive45e fue la mejor elección que pudimos haber hecho.

La travesía comenzó el 3 de enero muy temprano desde el icónico Ángel de la Independencia en Ciudad de México, en donde nos encontramos con otros dos colegas y comenzamos nuestro recorrido que sería un poco más de siete mil km. Allí mismo terminó luego de nueve días y de haber vivido seis en BMW X5.

En este tipo de viajes, lo más importante es hacer que las paradas sean estratégicas. Nuestros primeros kilómetros de la capital a Monterrey, los tomamos con calma. Eran sólo nueve horas (950 km aprox.) y eso nos dio la posibilidad de pararnos en varios lugares, no sólo hacer paradas técnicas para el baño y comida, sino para comprobar el “corredor eléctrico”. Siete centros de carga con enchufes de diferentes voltajes desde Puebla hasta San Luis Potosí (546 km) que permiten hacer este tramo de manera totalmente eléctrica. Cómo teníamos un itinerario apretado sólo paramos en dos centros de carga, lo que nos ayudo para tener un poco más de autonomía híbrida.

La segunda parada la hicimos en El Paso, luego de cruzar la frontera con Laredo y haber continuado por las interestatales estadounidenses por varias horas. Y con la calma de tener un viaje de más de 12 horas consecutivas, comenzamos a ver todas las facilidades que el auto nos ofrecía, y es cuando unánimemente volvimos a sentir que X5 había sido una excelente decisión.

El SUV de dos toneladas y media no solo tiene asientos bastante cómodos, sino que cuenta con un equipamiento tecnológico de primera mano muy bien desarrollado. Uno de los que más usamos fue el Assistent Driving, un sistema inteligente de conducción autónoma nivel dos que, con presionar un botón, nos ayuda a mantener el carril, la velocidad y la distancia con respecto al auto de adelante, y con solo tocar la direccional, el auto hace un monitoreo de la situación y cambia o no de carril. Lo único que debemos hacer de nuestro lado es mantener las manos en volante, estar alerta y supervisar que el auto tome las decisiones correctas. ¿Cómo no íbamos a hacer felices con este sistema? ¡Fue magnifico! Esto se tradujo en que el agotamiento fue mucho menos de lo esperado.

Durante el tiempo que estuvimos en ciudades (Monterrey, El Paso y Las Vegas de ida y regreso), nuestra estrategia era dejar el auto cerca del hotel en un punto de carga. Al día siguiente, teníamos el 100% de batería con una autonomía de hasta 80 km/h, justo lo que necesitábamos para nuestros traslados o tomar carretera y ahorrar combustible.

De regreso fue cuando más disfrutamos de los beneficios tecnológicos de este SUV premium. Uno de los que más nos llamo la atención, es la detección del estado del conductor. Si, por ejemplo, el sistema siente que el conductor está agotado por el tiempo que lleva manejando o por su forma de manejar, no sólo sugiere hacer una pausa y te ayuda a ubicar un área de descanso más cercana, sino que sugiere activar un programa de “revitalización”. Una vez el conductor acepta, las luces del auto cambian, la música se pone más activa, hay ráfagas de aire frio y el masaje comienza a ser más fuerte, todo pensando en que el conductor se despierte. También está la versión de relajación, que, en lugar de ponerte más enérgico, te ayuda a disminuir el estrés.

Es fascinante tener este tipo de velocidades al alcance. Nos da una sensación de como todo está cambiando tan ágilmente. Poco a poco veremos mejores sistemas, sensores más precisos y cientos de ayudas adicional al conducir. Esperamos seguir recorriendo más kilómetros para verlos.

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