Es raro cuando un producto se sale de los estándares de calidad, equipamiento, diseño y tecnología de su segmento, más aún cuando mantiene precios y sólo nos hace preguntarnos: ¿cómo lo hicieron? Esta es la historia del BYD Dolphin Mini.
El BYD Dolphin Mini emerge en el mercado automovilístico como un competidor único dentro del segmento de vehículos eléctricos urbanos del segmento A con menos de cuatro metros de largo. Su silueta de 3.7 metros y un diseño por demás propositivo, lo posicionan como una opción interesante para aquellos que buscan movilidad eléctrica y eficiencia, en un tamaño reducido.
Los responsables de este pequeñín son los muchachos de BYD, la empresa que hoy en día vende más vehículos conectables (no sólo eléctricos) del mundo. Se presentó el año pasado en el autoshow de Shanghái y hoy ya es uno de los autos más sonados del mundo. Mientras el resto de las armadoras se pelea por ver cómo sacar al mercado un eléctrico de 25k USD, BYD logró comenzar a vender el Dolphin Mini por debajo incluso de los 10k dólares en China.
Entre aranceles, subvenciones gubernamentales, exportación y más, el Dolphin Mini, de nombre original Seagull, llega a los mercados globales en precios que arrancan en torno a los 21k USD y llegan hasta los menos de 24k USD. Y sí, el segmento es el de los city car o Segmento A, el más pequeño a nivel mundial al día de hoy, pero con la posibilidad de montar una moderna y económica batería de sodio con un ajuste potencial de precios, en el futuro podríamos verlo en venta en márgenes de alrededor de los 250k MXN, justo lo que hoy cuesta un vehículo equivalente a gasolina, pudiendo igualar esta barrera por primera vez en la historia.
Por fuera veremos una imagen súper propositiva resultado del trabajo del departamento de diseño dirigido por Wolfgang Egger (antes Lambo, Audi, Seat Alfa, etc.). Si hay una similitud entre las líneas generales de Dolphin Mini con el Lamborghini Huracán, no es casualidad, ambos salieron de la misma pluma.
Aún con sus dimensiones, el diseño es cuidadoso, detallista, propositivo y quizá hasta agresivo, sobre todo si lo comparamos contra un segmento que tiende a lo simple y austero.
Por dentro la propuesta de diseño podrá gustar o no, pues sigue la línea del resto de la línea oceánica de BYD que empezó con el Dolphin, Seal y ahora con este Seagull (delfín, foca y gaviota). Sin embargo, lo mejor de los interiores es la calidad, los ensambles y el aislamiento acústico, colocándose prácticamente como un premium si lo comparamos con la media de su segmento.
Tenemos interiores bi-tono en tres tonalidades a elegir, pantalla de infoentretenimiento de 10.1” giratoria, compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto, climatizador automático, diferentes puertos USD y hasta cargador inalámbrico en la versión tope de gama. Los asientos son muy cómodos y hasta sorprende la amplitud del interior, haciéndose único por sólo poder llevar a cuatro personas, pero en particular por incorporar un muy buen nivel de seguridad activa y pasiva, con cuatro bolsas de aire para la versión de entrada, pero seis en la más equipada y todas las asistencias básicas de manejo, incluido control electrónico de estabilidad. Quedan pendientes los resultados de las pruebas de impacto, pero si la marca sigue en la línea hasta el momento, tendrá no menos de 3 o 4 estrellas, en un segmento que incluso tiene ejemplares con cero.
Al volante del BYD Dolphin Mini encontraremos sensaciones compartidas con todos los eléctricos del segmento. El motor está situado en el eje delantero con una potencia de 74 hp que aunque puede sonar a poco, basta recordar que tiene un muy buen par, por lo que las aceleraciones, más allá de las cifras, se sienten dinámicas y directas.
Dolphin Mini tiene tres modos de manejo: Eco, Normal y Sport. Cada uno de estos modos ajusta el rendimiento del vehículo para equilibrar la potencia y la autonomía.
En modo Sport permite una entrega de potencia más directa, aunque esto también resulta en un drenaje más rápido de la batería. Los modos Normal y Eco nos darán una experiencia más relajada, dándonos incluso herramientas para poder llegar a las cifras oficiales de autonomía e intentar alcanzar los 380 km oficiales de esta versión con batería más grande.
Dolphin Mini será el primer modelo en incorporar las nuevas baterías de iones de sodio y sin litio después de 2025, lo que potencialmente podrá bajar mucho los precios de la batería (hasta por la mitad) y aumentar la seguridad. Sin embargo, estas primeras ediciones montan la famosa batería Blade de BYD con química LFP, una de las más seguras y longevas del planeta al día de hoy.
Para un hatchback del segmento A, Dolphin Mini se siente un poco pesado, con un total de 1,240 kg, por lo que el pequeño motor estará limitado a llegar a los 130 km/h, pero es compensado por el bajo centro de gravedad.
La suspensión nos merece opiniones mixtas; mientras que ofrece una conducción muy cómoda y absorbe bien las irregularidades de la carretera, su naturaleza suave podría no ser ideal para aquellos que buscan una experiencia de manejo más deportiva y dinámica, con mucha inclinación si nos excedemos en velocidad de paso por curva.
Sólo la dirección tiene una ligera área de mejora, pues a pesar de tener asistencia eléctrica, el sistema puede llegar a sentirse saturado y a responder más lento ante una situación de demanda excesiva como una carretera de montaña con muchas curvas o una maniobra de esquivo de emergencia. Si nuestro ritmo de manejo es tranquilo, quizá nunca lo notaremos.
Aunque el Dolphin Mini se considera accesible dentro de su categoría con precios que varían entre los 350,000 y casi 400,000 pesos, existe una notable diferencia con su precio en el mercado chino, donde se vende por alrededor de 10,500 USD en la versión tope de gama. Esta disparidad despierta el deseo de un precio más competitivo que podría hacer del Dolphin Mini una opción aún más atractiva a nivel global, pero eso podrá ser una realidad con la nueva química de las baterías después de 2025.
El BYD Dolphin Mini se presenta como una opción más que convincente para aquellos interesados en un vehículo eléctrico urbano que no compromete en diseño, seguridad, ni en la experiencia de conducción. El Dolphin Mini ofrece una propuesta sólida que probablemente capturará el interés de muchos conductores. Sólo resta saber cómo se comporta frente a frente contra sus rivales directos… para saber eso sólo debes pasar a la siguiente página.