Mercedes-Benz se encuentra en una migración hacia la electrificación. Pero eso no es todo, estamos ante el nacimiento de un nuevo universo de marca que integra tecnología, innovación y desempeño.
La electrificación implica un cambio de paradigma en la industria automotriz, pero más que eso, una evolución del modelo de negocio tal y como lo conocemos. Mercedes-Benz es uno de los jugadores clave y actualmente cuenta con una de las familias de productos alimentados a baterías más importantes, en los cuales además integra algunas de las tecnologías más avanzadas del mercado mundial.
Resulta interesante ver la diversidad de siluetas, desde un SUV compacto hasta un sedán full size y variantes intervenidas por AMG. En estos no hay una optimización mecánica, pero el departamento deportivo se encarga de ajustar suspensiones y demás elementos dinámicos o incluso darle un sonido característico a autos como el EQE 53 AMG, para que además de prestaciones, la experiencia sea integral.
Mediante ejercicios como un slalom, aceleraciones y frenadas a fondo o un circuito que nos permitía entender mejor la dinámica de manejo de un eléctrico para exprimir la mayor autonomía posible,es fácil conocer cada característica de autos y camionetas como EQA, EQE SUV, EQS SUV o EQS y EQE en su variante sedán.
Además del producto, Mercedes-Benz tiene un desarrollo integral en términos de tecnología. Por ejemplo, el sistema operativo MBUX que se encuentra en su segunda generación, y también la aplicación Mercedes Me, que permite tener acceso mediante un celular inteligente a una amplia selección de funciones que hacen más sencilla la vida del propietario.
Resulta clarificante el ecosistema que se está creando en torno a la movilidad eléctrica y también la manera en que la experiencia de marca juega un papel predominante como uno de los valores más relevantes cuando de comprar un auto a baterías se trata.